jueves, 16 de octubre de 2008

Cuestión de fe

Creeme.
Es lo último que me dijo.
Ya sé.
Es poco.
No me acuerdo más.
Estábamos cansados.
Estábamos sentados en el cordón de una vereda.
No.
No sé dónde.
Habíamos arrancado en lo de
No.
No sé.
Estábamos sentados.
Ahí en la calle.
No sé que más decirte.
Después no lo vi más.
No.
¿Por qué decís?
No.
YO no lo ví más.
Pero muerto no.
Qué se yo.
Me dijo eso.
Y después no sé.
No me acuerdo.
Si.
Eso me dijo.
La única manera de matar a alguien es olvidándolo.
Se ve que me dormí.
Me desperté con el portero gritándome en la nuca.
Y ya no estaba.
Estaba yo nomás.

3 comentarios:

Lu López dijo...

"sin alas" Sin alas pero volas alto... Tengo una duda, una avispa sin alas, no es un taxi?
Buen blog, un placer leerte.

Anónimo dijo...

Con tu permiso, sino borrame, invito a todos tus invitados a mi Blog.
ah! y pido tu asutorizacion para postear en el mio el tuyo, te va?

Anónimo dijo...

la única manera de matar a alguien es olvidándolo.

me gusta eso